Ejercicio con PICC y PORT-A-CATH: ¿Es recomendable?

Vamos a dedicar el articulo del mes a aclarar esta pregunta que suele ser frecuente en pacientes a los cuales recién se han colocado o se van a colocar uno de estos tipos de dispositivos.

Empezaremos para aclarar porqué se colocan, la diferencia entre ellos y su función.

Los tratamientos para curar el cáncer implican una serie de procedimientos médicos para combatir la enfermedad. Dos de estos procedimientos comunes incluyen la colocación de dispositivos médicos conocidos como PICC (Catéter Central de Inserción Periférica) y PORT-A-CATH (Port-a-Catheter). Estos dispositivos se utilizan para administrar medicamentos y facilitar la extracción de sangre, pero ¿qué implican para la actividad física y el ejercicio en pacientes oncológicos?

¿Qué son el PICC y el PORT-A-CATH?

El PICC es un catéter largo y delgado que se inserta a través de una vena en el brazo y se avanza hasta una vena principal cerca del corazón. Se utiliza para administrar medicamentos y realizar extracciones de sangre. El PORT-A-CATH es un dispositivo implantable compuesto por un puerto y un catéter. El puerto se coloca bajo la piel en el pecho o el brazo, mientras que el catéter se inserta en una vena principal cercana. Al igual que el PICC, el PORT-A-CATH se usa para administrar tratamientos intravenosos y facilitar la extracción de sangre.

Diferencias Clave:

  1. Ubicación: La ubicación es una de las diferencias más notables. El PICC es externo y se inserta a través de una vena en el brazo, mientras que el PORT-A-CATH es completamente implantable y se coloca bajo la piel.
  2. Implantación: La colocación del PICC es menos invasiva y se puede realizar en un hospital o una clínica. Por otro lado, el PORT-A-CATH requiere una cirugía menor para su implantación.
  3. Acceso: Para usar un PICC, se necesita una aguja especial para acceder a él desde fuera del cuerpo. En cambio, el PORT-A-CATH tiene un puerto que se puede acceder directamente con una aguja.

Cuándo se Colocan:

Los PICC y los PORT-A-CATH se colocan en pacientes oncológicos cuando es necesario un acceso venoso a largo plazo para administrar tratamientos como la quimioterapia. Su elección depende de diversos factores, como el tipo de tratamiento y la duración prevista del acceso venoso.

Mantenimiento:

Ambos dispositivos requieren cuidados específicos para prevenir infecciones y mantener su funcionalidad. Esto incluye mantener limpio el sitio de inserción, cambiar apósitos y seguir las indicaciones del equipo médico. La atención necesaria es menor para el PORT-A-CATH, ya que se encuentra completamente bajo la piel.

Ejercicio Después de la Colocación:

La presencia de un PICC o un PORT-A-CATH no debe significar el abandono del ejercicio supervisado y pautado por un profesional. El ejercicio sigue siendo importante para la salud de los pacientes oncológicos. Aquí hay algunas consideraciones clave:

  • Consultar al Equipo Médico: Antes de comenzar o continuar con cualquier programa de ejercicios, es fundamental consultar con el equipo médico que maneja el tratamiento oncológico. Ellos podrán proporcionar orientación específica y evaluar si existen restricciones.
  • Precauciones: El ejercicio debe adaptarse a las necesidades individuales del paciente y considerar las posibles limitaciones físicas. Es importante evitar ejercicios que puedan ejercer presión o dañar el PICC o el PORT-A-CATH. Ejercicios de bajo impacto, como caminar o estiramientos suaves, suelen ser seguros.
  • Supervisión Profesional: Trabajar con un profesional del ejercicio capacitado, como un fisioterapeuta o un entrenador personal con experiencia en pacientes oncológicos, puede garantizar que el programa de ejercicios sea seguro y eficaz.

Resumiendo, la colocación de dispositivos como el PICC o el PORT-A-CATH es común en pacientes oncológicos. Sin embargo, esto no implica que deban dejar de hacer ejercicio. Con las precauciones adecuadas y la supervisión de profesionales de la salud, el ejercicio puede continuar siendo una parte importante del proceso de recuperación y bienestar de los pacientes. Siempre es crucial trabajar en estrecha colaboración con el equipo médico para garantizar un enfoque integral de la salud durante el tratamiento del cáncer.

Esperamos que este articulo te haya aportado conocimiento y tranquilidad a la hora de entrenar 🙂

Recuerda, el entrenamiento es la única «medicina» , como nos gusta llamarlo, sin efectos secundarios.

Cuídate y nos vemos en el próximo articulo 🙂

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