Una de las preguntas que recibimos con mayor frecuencia, sin duda, es esta: «Cuando puedo empezar a hacer ejercicio tras una mastectomía?»
Cada vez más, las personas se conciencian de la importancia del ejercicio en todas las fases del proceso oncológico y saben que es necesario retomar el movimiento cuanto antes, aunque como es obvio, surgen muchas dudas y miedo a hacerse daño, posteriormente a una cirugía.
Nos parece importante aclarar este tema, tratándolo en un contexto más amplio.
Es importante recordar que nuestros ancestros eran una civilización activa, si tenían hambre salían a cazar, si tenían sed iban al río a por agua, si les atacaba una fiera debían de pelear o correr, resumiendo, cualquier actividad en su día a día implicaba movimiento. No necesitaban planificar sus pausas activas, como nos pasa ahora.
Sin embargo, actualmente, somos una sociedad sedentaria, trabajamos 8 horas al día o más estando sentados o moviéndonos más bien poco, entrenamos (porque entrenamos, ¿verdad?) máximo 2 horas a la semana y con eso ya nos consideramos personas activas. ¡Craso error!
Para darte una idea de cuan equivocados estamos, te invitamos a que cuentes el número de pasos que haces normalmente, muy probablemente no llegues a los 5.000 diarios y eso, lamentablemente, es un problema para nuestra salud.
Es notorio que desde edades tempranas se debe realizar ejercicios de saltar, correr, empujar, trepar, caerse para luego mantener cierto grado de actividad durante toda la vida, ya que eso en caso de que enfermemos jugará a nuestro favor.
Podríamos decir que parte de nuestra salud depende del niño que llevamos dentro.
¿Qué tiene que ver esto con el Cáncer de mama? Muy fácil, si llevas practicando ejercicio de
forma regular te permitirá tener una recuperación más rápida y exitosa, ya que tener una
composición corporal saludable, un buen nivel de fuerza muscular, buena funcionalidad, etc.
son factores que ayudan a reducir el riesgo de interrupción de los tratamientos, además de reducir los efectos secundarios de la quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia hormonal… Y sobre todo aumentar la supervivencia.
¿Pero como debemos actuar tras una intervención de pecho?
A menudo, la intervención por cáncer de mama, implica extirpación de los ganglios
linfáticos, mastectomía, tumorectomía, reconstrucción del pecho y es normal que luego de una intervención surjan dudas cuáles:
¿Podré entrenar? ¿Podré ir al gimnasio? ¿Podré hacer «vida normal»? Y es aquí donde nos
vamos a detener, ya que la vida sigue una vez se sale de quirófano.
PREHABILITACIÓN LA MEJOR RECOMENDACIÓN QUE PODEMOS OFRECERTE TRAS EL DIAGNÓSTICO:
Una vez se conoce el diagnóstico, y se prevé una intervención, lo óptimo es prepararse para
llegar en las mejores condiciones posibles, y eso conlleva seguir su rutina de ejercicios
adaptada y cuidar la alimentación durante todo el proceso (sí, incluida la fase de quimioterapia
y radioterapia). Esto, como dijimos, se llama pre-habilitación y es un paso fundamental para tener una
recuperación más exitosa, ya que ayudará a que se pierda menos movilidad/funcionalidad del hombro o incluso, que no se pierda nada, pues esta es la preocupación principal de todos los pacientes cuando se someten a radioterapia y cirugía.
REHABILITACIÓN:
Una vez pasada la cirugía, se deberá esperar el tiempo prudencial para que se cicatrice la zona y
eso varía dependiendo de cada persona, se deben quitar los drenajes, y se debe tener la
autorización del médico para empezar con ejercicios de movilización temprana y respiración.
En esta fase, es aconsejable trabajar de la mano de un/a fisioterapeuta especializado en
oncología y un entrenador especializado, ya que el trabajo en equipo es la opción más
beneficiosa para tener una recuperación exitosa, y en oncologym no lo entendemos de otro
modo.
Debes saber, que el movimiento bien pautado, progresivo y adaptado a las necesidades
y circunstancias de cada persona es de gran importancia para recuperar la movilidad del brazo tras la intervención, por eso, la inmovilización no debe ser la solución (salvo algún caso muy
puntual).
En resumen, cada caso necesita asesoramiento individualizado para saber cuando se puede retomar el ejercicio y cada persona necesita una adaptación concreta que haga el proceso progresivo y sin peligro de lesión.
Esperamos que esta información te haya resultado útil, ¡nos vemos en el próximo artículo!